La arqueología es una ciencia sin fronteras. Y ello es así porque jamás se dejarán de descubrir en nuestro pequeño planeta preciados recuerdos de las diversas épocas históricas; como nunca se dejarán do exhumar monumentos ignorados, testimonios de la existencia humana y de las luchas que esa existencia provocaba en tiempos que hoy nos aparecen velados por místicas nieblas.